domingo, 12 de julio de 2020

Corrupción en México, datos recientes

Corrupción en México, datos recientes

Dra. Ma. De Los Angeles Mendoza González

En estos días el Círculo de Estudios Latinoamericanos (CESLA) dio a conocer el Informe de corrupción en Latinoamérica (julio 2020), el indicador de corrupción clasifica a los países conforme a criterios de  0 a 20 nivel bajo de corrupción y política anticorrupción recomendable; de 21 a 40 nivel moderado de corrupción y adecuada política anticorrupción; de 41a 60 nivel preocupante de corrupción y política anticorrupción laxa; de 61 a 80 nivel alto de corrupción y debilidad extrema en política anticorrupción; de 81 a 100 nivel alarmante de corrupción y pésimo control.

En este informe a julio 2020, encontramos que  la media de 67,65 del indicador de Corrupción se sitúa en un nivel alto y debilidad extrema en política anticorrupción. En el nivel moderado se encuentran Uruguay (26) y Chile (30), en preocupante Costa Rica (42) y Argentina (57), alto Cuba y Brasil (63), Colombia (64), Panamá y Ecuador (67) y arriba de la media Perú y el Salvador (69), Bolivia (75), Paraguay y República Dominicana (76), México (77), Guatemala y Honduras (80). En el nivel alarmante están Nicaragua (86), Haití (89) y Venezuela (97).

Conforme a estos datos, México ocupa el lugar 16 de 21 y está a sólo 4 puntos del nivel alarmante de corrupción y pésimo control de políticas anticorrupción.

El Crecimiento, Progreso, Gráfico

Por su parte, el pasado 5 de diciembre de 2019, conforme al comunicado 644/19 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer el documento Estadísticas a propósito del día Internacional contra la corrupción, en el  se establece que en  México el 56.7% de población de 18 años y más considera que la corrupción es uno de los problemas en su estado y solo por detrás de la inseguridad y la delincuencia. El porcentaje de población que piensa que la corrupción es un acto frecuente en su estado, pasó de 83% en 2011 a 91.1% en 2017.

El estudio presenta que uno de los actos de corrupción más frecuente es el contacto con servidores públicos, en 2017, 14.6% de la población de 18 años sufrió algún acto de corrupción, siendo la Ciudad de México la de mayor porcentaje de víctimas con 20.1%, seguida de Quintana Roo con 17.6% y Morelos con 17.2%. Mientras que Guanajuato, Puebla, Veracruz y Colima fueron las entidades con los menores indices de corrupción 2015 y 2017. En Chiapas, Aguascalientes, Nuevo León y Zacatecas se duplicaron el porcentaje de victimas de corrupción respecto a  2015.

Cabildeo, Chantaje, Negocio, Consulta

En este sentido, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2019 (ENCIG) del INEGI,  los servidores públicos obtuvieron ganancias ilícitas por 12 mil 770 millones de pesos, lo que equivale a 3 mil 822 pesos, en promedio, por persona afectada. Donde se presentaron más actos de corrupción fue con autoridades de seguridad pública, con 59.2%, seguido de trámites, pagos y solicitudes de documentos como carta de antecedentes penales, licencias, servicios administrativos en salud y empleo, conexión eléctrica, donde se registró un 44.9 %.

El organismo Mexicanos contra la corrupción y la impunidad, en el documento Los mexicanos frente a la corrupción e impunidad (junio 2019)  presenta entre sus principales hallazgos que las personas consideran que la corrupción afecta al desempeño económico, la seguridad pública, la impartición de justicia, los servicios públicos en general, y los servicios de salud, educación y programas sociales. A nivel individual, 81% de las personas consideran que corrupción afecta mucho o algo su seguridad y la protección de su familia, por encima de otros aspectos de su vida.

Asimismo, establece que el costo de la corrupción, medido en términos de la pérdida de riqueza por habitante, asciende a 4% del PIB per cápita por país, por cada punto perdido en el Índice de Percepción de la Corrupción. En el sector privado, está ligada a la riqueza: a mayor riqueza, mayor percepción de corrupción.

De las denuncias

En el documento Estadísticas a propósito del día Internacional al contra la corrupción del INEGI, presenta que en 2017, 82.6% de la población a nivel nacional que sufrió algún acto de corrupción no denunció el delito. Quintana Roo, Colima y Michoacán son las entidades con las mayores tasas de denuncia, con 38.7%, 30.4% y 26.8%.

Asimismo, establece que los principales motivos de la población para no denunciar los actos de corrupción se relacionan con la falta de confianza en las autoridades para atender el caso. Es importante señalar que  casi tres de cada 10 víctimas de corrupción no denunciaron por que obtuvieron algún beneficio o  consideraron que la corrupción es una práctica común.

En este sentido,  Mexicanos contra  la corrupción en el estudio mencionado, establece que la cifra negra de impunidad en casos de corrupción es de 99%. Por cada 100 actos de corrupción, 23 son denunciados, pero sólo uno tiene algún tipo de consecuencia.

En otras esferas, como instituciones gubernamentales o empresas privadas también existe corrupción en sus negociaciones, licitaciones, etc. aunque en este artículo no fueron abordados.

En resumen, parece que aquella frase que López Portillo acuño en 1976 “La corrupción somos todos” continua vigente en México. Conforme a los datos presentados, existe corrupción por parte de servidores públicos y agentes gubernamentales, la falta de confianza en que se hará  el seguimiento adecuado ante la denuncia también es palpable.  

Sin embargo,  también es importante señalar que todos contribuimos a ser parte del proceso, en ocasiones porque a pesar de que desembolsamos alguna cantidad, obtenemos rápidamente y con mejor calidad algún producto o servicio, por lo que toleramos y participamos esta práctica al ser beneficiados. 

Otra forma de participar en el proceso de corrupción es no denunciar, aunque parezca que no es importante, y no haya respuesta positiva hacia la denuncia, al menos será parte de la estadística y esto hará que en algún momento exista presión hacia el gobierno para que modifique sus procesos  y sea más transparente. No podemos continuar siendo indiferentes, todos tenemos un papel que jugar y es tiempo de actuar.