martes, 5 de enero de 2016

Agricultoras- Diario Único/ 22-dic-2015

AGRICULTORAS EN EL OLVIDO

Pese a que son grandes aportadoras de dividendos en la producción del sector agrícola,
el papel de la mujer en ese rubro aún no es contabilizado y pasa desapercibida...
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Pese a que son grandes aportadoras de dividendos en la producción del sector agrícola, el papel de la mujer en ese rubro aún
 no es contabilizado y pasa desapercibida en las estadísticas oficiales. El trabajo que hace pareciera formar parte de una
obligación que tiene con su pareja o con la familia, sin embargo  sin embargo su trabajo resulta de vital importancia que
 se ve reflejado también en el Producto Interno Bruto estatal (PIBE).
María de los Ángeles Mendoza González,  investigadora y docente de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC) Campus
 Chiapas  consideró a esta actividad  como el trabajo invisible porque en ella participan miles de mujeres a las que no
se les contabiliza.
Esas circunstancias podría estarlo pasando  miles de mujeres  que viven en el campo, quienes  aparte de hacer las
 labores del hogar  dedican gran parte de su tiempo ayudando a su pareja  o a la familia en la producción agrícola.
  Se sabe que  51 por ciento de las mujeres chiapanecas viven en el medio rural de ahí la preocupación de ser tomadas
 en cuenta, dijo.
De acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Estudios para el Adelanto de la Mujeres y la Equidad de Género,
 perteneciente a la Cámara de Diputados, Chiapas es el segundo estado a nivel nacional con mayor número de mujeres
 que viven en el sector rural. El primer lugar lo ocupa Oaxaca.
En entidad, de acuerdo a los estudios, existen 270 mil parcelas, de las cuales un 12 por ciento pertenece a mujeres, eso
  indica que al menos  33 mil campesinas son dueñas de una parcela particular. En el resto de las tierras, su participación
se limita a la producción de los cultivos sin que figuren como productoras o generadoras directas de dividendos; muchos
  todavía  consideran que es “su deber” realizar estas labores, sin recibir ningún pago.
“El precio de estos productos no se consideró incluir el costo del trabajo de la mujer porque se considera que debe apoyar,
 ya sea a la comunidad, al ejidatario y  lo peor es que tampoco se incluye en los datos oficiales; entonces, cuando vemos
 por ejemplo una estadística del ENOE, el INEGI o de la STPS, siempre vamos a encontrar datos referentes a población
 inactiva o desocupada, porque sólo el trabajo del hogar no se considera, cuando realmente es un trabajo, la diferencia es
 que no se está recibiendo un salario.”
A veces las mujeres no tienen acceso a programas de apoyo por su condición de género, dado que mientras a los
 hombres se les dan instrumentos agrícolas como herramientas de trabajo, tractores; entre otros, a las mujeres se les
limita a la entrega de un paquete de animales de corral o insumos para la siembra de hortalizas, precisó la investigadora.
“Se considera que sólo se le da esto para su autoconsumo, no para que produzcan para comercializar o para que su
 producción resulte a largo plazo un medio de vida para ellas y sus familias; son tipos de políticas públicas paternalistas,
 se necesitan más de carácter integral,” finalizó.
DANIEL LÓPEZ/ÚNICO DIARIO

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