Dra. Ma. De Los Angeles Mendoza González
Hace unos días Miguel Messmacher Linartas, Subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, explicó que el aumento en los combustibles efectuados durante julio y agosto de este año es debido a que el precio máximo de la gasolina se determina con las cotizaciones de la costa del Golfo en los Estados Unidos y que tiene que ver con el incremento en los costos de transporte, fletes, almacenamiento e impuestos como el Impuesto Especial sobre Producción y Servicio así como el Impuesto al Valor Agregado.
En este sentido, es importante recordar que en 2015 México importó más de 25 mil millones de litros, de los que el 55% proviene de Estados Unidos, por lo que si suben los precios en ese país tiene un impacto directo en los costos de compra del combustible.
Asimismo, Messmacher afirmó que no tendrían ningún impacto inflacionario, sin embargo, en julio se registró un alza del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que cerró en 0.26 por ciento y una tasa anual de la inflación en 2.65 por ciento, la mayor desde el 2.87 por ciento de febrero. El IPC refleja la variación de los precios en un período determinado, es decir, se mide y compara el cambio de precio de un producto o servicio en general, puede ser anual o mensual.
Además de los combustibles, la tendencia al alza ocurrió también en el transporte eléctrico, los servicios turísticos, entre otros.
En julio, el índice de precios de la canasta básica se incrementó 0.57 por ciento mensual y en el año, un 1.43 por ciento.
Asimismo, Messmacher estableció que el gasto en gasolinas se concentra en el 30 por ciento de los hogares de mayor ingreso.
Sin embargo, la inflación encarece el costo de los bienes y servicios al deteriorar el poder de compra del dinero, es decir los precios suben y no se puede comprar lo mismo que antes debido a que los sueldos no se incrementan, situación que afecta a todos por igual, no sólo a las personas que más ganan.
Así, en virtud de que los ingresos no siempre suben en la misma proporción que la inflación se recomienda algunos puntos para mantener el equilibrio de los ingresos respecto a los gastos y evitar endeudarse:
1) Reducir gastos eliminando o disminuyendo artículos o aspectos de consumo;
2) buscar otras fuentes de ingreso complementarias a su principal fuente de ingreso;
3) invertir los ahorros (si los tiene) en instrumentos financieros cuyo rendimiento sea, al menos, igual a la inflación pero siempre buscar aquellos que paguen una tasa todavía más alta. Por ejemplo las cuentas de ahorro voluntario de las Afores, el programa de ahorro Cetes directo, pagarés bancarios en Udis.
4) Reciclar artículos, ropa, y otros que puedan ser útiles y disminuyan el gasto por la compra de los mismos.
5) Hacer intercambio de artículos entre amistades y familiares.
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